¿Y USTED CADA CUANTO SE REVISA?
El cáncer de testículo es el cáncer que típicamente se origina en uno o ambos testículos en hombres jóvenes. Es un tipo de cáncer muy tratable y, por lo general, un cáncer curable si es detectado en etapas tempranas.
Los factores de riesgo para el cáncer testicular incluyen:
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Hombres de 15 a 40 años: Sin embargo puede ocurrir a cualquier edad.
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Historia personal de testículo no descendido: El ultrasonido es útil en seguimientos para detección temprana del cáncer testicular. Esto es en los casos de niños que no tuvieron un descenso de los testículos antes de cumplir un año de nacimiento.
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Raza: Mayor riesgo en caucásicos y afroamericanos, pero también se presenta frecuentemente en latinos. El éxito en tratamientos para el cáncer testicular depende de la fase en la que se encuentre la enfermedad cuando se detecta y trata.
Para prevenir el cáncer testicular, todos los hombres deben familiarizarse con el tamaño y el tacto de sus testículos, para que puedan detectar cualquier cambio.
El mejor momento para hacer un autoexamen testicular es después de un baño templado o ducha cuando la piel del escroto está relajada. Después de mirar a ver si ha habido cualquier cambio en el aspecto de los testículos, examine cuidadosamente cada uno moviéndolos entre sus dedos en ambas manos, para asegurarse que no hay ningún bulto, dolor o inflamación.
Algunas inflamaciones en las venas de los testículos pueden producir enfermedades como varicocele, que pueden producir esterilidad en el varón. Si encontramos alguna alteración en los testículos o tenemos un riesgo conocido como historia de testículo no descendido, es conveniente que se realice un ULTRASONIDO ESCROTAL o ULTRASONIDO DOPPLER TESTICULAR para verificar la evolución del testículo y descartar la posibilidad de tener algún cáncer o enfermedad benigna.
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Checar testículo: Sus bordes deben ser lisos, bien definidos, sin inflamación o nódulos, ni adhesiones internas en la piel del escroto.
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Checar epidídimo: Este es el inicio del cordón espermático. Debe palmarse y no existir inflamación o protuberancias.
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Checar cordón espermático: Hay que palparlo, este deberá sentirse similar a un cordón circular de zapato. No debe de haber protuberancias, ni molestias.
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